29/06/08

ACTO FALLIDO No. 10 (parte 4)

La confusión que deriva tras el contacto de su piel. Contacto carente de deseo, más cercano a lo fraterno, a la necesidad de sentirse cobijada por brazos tibios. Desimone duerme laxo, sudoroso, desnudo. Su respiración se confunde con el devenir de las olas apenas a unos metros de distancia, temerosa de interrumpir su sueño, ELLA sale de la pequeña casa de campaña. Afuera sólo quedan vestigios del fuego, cascos de cerveza vacíos, la oscura inmensidad y la cabeza llena de preguntas. ¿Se habrá equivocado al llegar hasta este punto con un italiano descocado?. Irremediablemente piensa en el hombre que la espera en su casa. Cómo podrá ocultar la falta, siendo que la infidelidad por primera vez se le queda marcada en la piel como hierro caliente. ELLA sumerge los pies en el agua de mar, cierra los ojos y siente que su pecho se inflama. Su voz surge casi inconscientemente: “¡Sí! Déjame decirlo con la cabeza fuera de los embozos. ¡Sí! Déjame que el pecho se me rompa como una granada de amargura. ¡Lo quiero!”.
En alguna parte de ELLA yace extraviada la pasión. Desea sentirla, dejarse caer sin posibilidad de amarre. Casi en un acto de obligación, de mártir a la hoguera, regresa a lado de aquel italiano en búsqueda de eso que la obsesiona, antes de que sea demasiado tarde, antes de que se descubra en el mismo lugar del que huyo, con exactamente la misma incertidumbre.

09/06/08

Hoy en la tarde

1.
-¿Dónde está el tobi?.
-Enterrado debajo del platanar.
(Cuando me muera, quiero que me entierren bajo el platanar de mi tiíta)

05/06/08

Y sin embargo

Ando chipil, mi auto desapareció hoy...y también te extraño.